La ubicación del alojamiento era perfecta, en una zona céntrica y rodeada de vida. El desayuno era delicioso, con sabores locales auténticos y variados. El personal era muy amable y siempre dispuesto a ayudar en todo lo que necesitáramos. Además, la habitación que nos asignaron era amplia y cómoda, ideal para descansar después de un día explorando la ciudad.

Por otro lado, la entrada al albergue tenía a veces un olor desagradable que no era muy agradable. La ventana de nuestra habitación daba a la zona de recepción, lo cual restaba un poco de privacidad.

Durante mi visita de tres días, disfruté de su ubicación pintoresca cerca de la plaza principal. El personal amigable y el ambiente del hostel lo hicieron perfecto. El desayuno típico marroquí era delicioso y la interacción con otros viajeros fue genial. La habitación triple era espaciosa y cómoda, ideal para relajarse después de un día de turismo.

Insisto, este lugar es super recomendado.